A aquellos que pensaron que éramos una manga de boludos rejuntados, baqueteados por la noche, que llegaríamos a los partidos destilando étilicos vapores, exudando ponzoñosos residuos de cerveza, whisky o grappamiel, atormentados por lagunas de la noche anterior extensas como océanos, a aquellos que pensaron que esto del Tiki Tiki no era más que una mera excusa para juntarse y mamarse hasta la médula, pintar paños, organizar bacanales orgiásticos con travestis, enanos y obesas prostitutas, hasta caer duros, hechos piedra, y pensaron que no éramos otra cosa que un puñado de seres trasnochados, corrompidos por la mala vida y las mundanas tentaciones, queremos expresarles enfáticamente que su sabiduría no admite margen de error: tenían razón en todo.
No obstante, no nos ha ido tan mal y de a poco, modestamente, hemos llegado a pensar que podemos pelear el campeonato. Mal que le pese a algún ominoso y anónimo internauta. Pero que quede firmemente establecido que el objetivo de este... como decirlo, gigante, humilde y reventado grupo humano, no es otro que sudar el alcohol de la noche anterior, inventar asados y desarrollar una compleja trama de excusas para despistar novias posesivas e inquisidoras. Nunca, en nuestra resacosa condición, hemos fomentado el resentimiento deportivo ni la mala competencia. Lo nuestro es más bien una cuestión de quemar grasas. Esta es, por tanto, nuestra declaración de principios.
Dado que no hemos hecho crónicas de los partidos ofrecemos a continuación un somero resumen de los que se han disputados hasta ahora.
TTR-Mantra: principio complejo, desorientación, mensajes de texto enviados por la defensa para ubicar al medio campo. De súbito, gol del TTR, envión anímico, fluidez, juego limpio y pelota al pie: Tiki Tiki gana 5 a 0. Sebastián “Entro despacito y en silencio por el 2º palo, sin que nadie lo note y a veces hasta resuelvo con toques que demuestran cierto conocimiento de la definición con el balón en los pies” Calavia convierte el primer hat trick del torneo.
TTR-Unión: ídem. Tiki Tiki gana 7 a 0 y deja claro que su cualidades brillan mejor en el 2º tiempo cuando se consiguen superar algunos de los síntomas más ostensibles de la resaca.
TTR-2ª pelota: cronista padece gigantesca resaca y se ausenta. Se comenta que los jugadores que entraron a la cancha también. 2 a 2, sufrido, de atrás y en la hora.
TTR-Niupi: ídem. Derrota 1 a 2. Nadie sabe explicar qué pasó.
TTR-Tatuses: primer tiempo engorroso, abundante en tranques y pelotazos; termina 1 a 0. En la segunda mitad se implementan cambios, se aceitan los engranajes, se encuentran las líneas. Final contundente: 5 a 0 a favor del TTR.
TTR-Roma: las charlas del técnico demuestran ser efectivas, el equipo entra concentrado y mantiene las posiciones. El retorno de la saeta del equipo, el Negro Rivas, deja sin aliento a la defensa contraria que, brazos en jarra, contempla atónita como es superada por ese muchacho que mientras corre parece que quisiera apagar a soplidos un incendio en el Amazonas. Sin embargo se le nota la falta de fútbol y el veloz puntero yerra cuatro goles inminentes. Los compañeros tragan saliva, se muerden el labio inferior y le palmean la espalda. Bien igual, Negro, dicen y dejan indeleblemente subrayado el espíritu de compañerismo de este equipo (alguien tenía que pasarte la factura). Pese a jugar un tiempo y medio con un hombre menos, TTR domina en todas las líneas y abruma al rival pero la falta puntería de la delantera hace que el partido se vaya con un insulso 0 a 0.
Solo el tiempo y la conducta de los sábados por la noche dirá cuál es el techo de este equipo.
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