martes, 21 de diciembre de 2010

COMO LA CUCARACHA

Si hay un atributo que distingue a este simpático insecto es la capacidad de adaptación y resistencia, su habilidad para sobrevivir o, mejor dicho, las dificultades que ofrece para no perecer. Se dice que algunas especies son capaces de mantenerse activas durante un mes sin comida. Otras pueden vivir sin aire durante 45 minutos o enlentecer los latidos del corazón.

La analogía es clara. Para un equipo de fútbol el alimento sería la victoria. El TTR, sin embargo, es capaz de sobrevivir como equipo, como grupo, ignorando la victoria meses enteros. Se podría decir, incluso, que hiberna, ayuno de toda sensación de triunfo, alimentándose únicamente de bebidas alcohólicas y humo de trasnoches, pierde y pierde y vuelve a perder. Enltentece sus latidos. Descansa agazapado. La derrota sistemática, recurrente, una atrás de la otra, no alcanza, sin embargo, a rozar su espíritu indeclinable.

Anida en este grupo el instinto de supervivencia porque está fundado en sólidos cimientos: la noche, la pereza, la falta de compromiso, el desconocimiento de las prácticas, la inasistencia a los partidos, el vampirismo, la joda, las sustancias estupefacientes... Pero, todo esto, acompañado del discurso del “vamo’ arriba”, “los partidos se ganan los viernes de noche”, “qué grande este grupo”, “prefiero perder con el TTR que ganar con”... Etc. Esto, señores, se llama retórica, autobombo. En cada asado, en cada resaca en las canchas de la LIFFA, el equipo escribe su propia historia.

Y así, de alguna manera insospechable, consigue zafar en la última escupida; ensalivando y ultrajando el ojete del "fantasma del descenso". Aferrado a sus últimas chances, el elenco rocketero ha conseguido permanecer otro campeonato en la primera división de la LIFFA. ¿Bajará algún día el TTR a la B? ¿Saldrá campeón alguna vez? Ambas hipótesis pueden ocurrir, llegado el caso. Estos muchachos, por ahora, se quedan en la A.

Hasta el año que viene.

lunes, 29 de noviembre de 2010

SUBIENDO LA CUESTA

Un pique de la pelota en el área, empujado de cabeza a la red, casi en soledad, por el presidente vitalicio de la institución rocketera (hablamos de la Tota Borges); ese fue el primero. El segundo consistió en una pelota bien ubicada contra el palo, rastrera, por Sebita Puppo, quien se desprendió rápido y silencioso -como pedo en casa ajena- de la marca contraria.

El TTR tuvo otras incidencias favorables. Goles errados. Como el de Juanjo que, obnubilado, exhausto, sorprendido por el pique, por el fútbol, por tamaña oportunidad, desvió el balón a los matorrales. Se puede decir que fue un partido tranquilo, de trámite amistoso para el elenco amarillo, que no brilló por su fútbol pero tampoco sufrió en exceso. Y eso –considerando cómo venía la mano en los partidos anteriores-, es decir. Es mucho decir.

Inobjetable, olvidable y amarga. Así fue la última derrota contra Cruz del Sur. Los detalles de ese partido vamos a obviarlos porque se nos antoja no revolver en la herida. Acaso tuvo de positivo la reunión posterior, del jueves, donde varios integrantes del TTR dieron cátedra sobre el fútbol, la vida, los propios errores y, sobre todo -lo que más nos gusta-, los errores de los compañeros. Se chupó, se habló y, ante todo, se comió una soberbia y memorable lasaña, que quedará en la mejor historia de los ágapes “pantagruélicos” e “imponentes” que se da este equipo.

Volviendo al partido con Finistèrre, hay que decir que sobre el final el juez pitó un penal que fue bien rematado por el arquero adversario. 2 a 1, que quizá no sea una victoria inaugural, paridora de nuevas épocas, pero sirve para sumar y tratar de zafar, una vez más, del descenso. Una inyección de ánimo para encarar los partidos que se vienen. Puntos suspensivos.

miércoles, 27 de octubre de 2010

BRUJERÍA


El rendimiento del equipo viene mejorando. De a poco. Este domingo, en un partido de emociones alternadas, pero vibrante al fin y al cabo, el TTR pudo ganar pero terminó empatando. El panorama era negro al principio. Roma ganó el mediocampo y se impuso en todas las líneas, más allá de algunos espacios que dejaba en el fondo.

Los rocketeros, por su parte, no encontraban la brújula. Este desconcierto de los amarillos -que no acertaban a pararse bien en el campo y entregar la pelota a los compañeros- duró algo así como 15 minutos. Cuando el equipo comenzó a hacer pie, a ordenarse, a tocar un poco, cuando las perspectivas empezaban a mejorar, Roma metió el primer gol. Una pelota en caída, que pica y rebota en el travesaño, es ganada después por un rival que la mandó a la red. Y después metió el segundo. Zapatazo de media distancia, bien esquinado, y dos a cero.

Pero el Tiki Tiki -pese a que la suerte no lo ayuda nunca- no da partida por perdida. Así fue que los amarillos se tiraron arriba, puro corazón y empuje, hasta conseguir el empate. Pelota cruzada de Emilio que sobra al defensa, captura Fede Rodríguez, que manda centro de la muerte preciso a los pies Seba Calavia, que a su vez define con buen destino. 2 a 1.

El segundo fue un furibundo y largo remate de Miguelito “Silva Cantera” Burgueño. La pelota toca en un rival, cambia ligeramente de trayectoria, y termina metiéndose contra un palo. 2 a 2. A partir de ahí hubo intervalos de buen juego y baches propios del TTR. Lagunas de fútbol y triangulaciones vistosas. Cosas que tiene este equipo.

En el segundo tiempo llegó la improbable pero buscada remontada. El TTR pasa en el marcador luego de que Emilio lanza un balón alto hacia el arco -que dibuja una larga parábola- y no puede ser despejado por el arquero contrario. ¡¡¡3 a 2 y vamos arriba, que se puede, y a puro testículo sudado, o sea a huevo, la concha de la lora redoblada, el Tiki Tiki nomá, mete y mete, se impone y corre y...

Y no, nada es tan fácil. Faltando unos diez minutos, el juez pita y marca tiro libre para Roma. El técnico dice en el banquillo que tiembla con cada pelota parada e infunde así confianza y seguridad a la plantilla. Lo dicho. La pelota hace una curva rara y se mete contra el segundo palo. Y bueno. El partido se fue empatado. 3 a 3.

Mención aparte merece la actuación arbitral. No nos gusta en este espacio hacer consideraciones sobre el desempeño de los jueces pero lo del domingo es ineludible. Al menos un fallo tuvo gravitación en el resultado. En el primer tiempo hubo claro penal del arquero contra el velocista Rivas que el juez deja seguir porque termina en gol. Sin embargo, la jugada es invalidada por el línea, que sacude la banderita marcando orsai. Bueno, pensaron todos, si anula, cobra el penal.

Pero no. Atónitos, jugadores, suplentes, cuerpo técnico e hinchada, vieron con asombro como el arbitro no marcó la falta, que además ameritaba tarjeta roja para el arquero. Estupefactos, boquiabiertos, recalientes, los rocketeros sintieron la desazón profunda de un fallo totalmente errado. Que más que error denotó falta de decisión por parte del juez. Y ahí vinieron la calentura, la impotencia y la frustración; las ganas de cortarse las venas con una galletita al agua, meterse un supositorio con aguarrás y arrancarse los pelos del escroto con una pinza de cejas. Más allá de los consiguientes y exacerbados reclamos. Después hubo otros errores, aunque no tan gruesos como este.

Así se fue el partido, entonces, sin pena ni gloria. Son otros puntos que van quedando por el camino. Resultado: 3 a 3.

martes, 19 de octubre de 2010

ALGO NOS ESTÁ SALIENDO MAL

El TTR se quedó otra vez en la puerta, exhausto y sin recursos. Después del gol inicial, que dio cierto impulso y momentáneo dominio del juego, el equipo se fue apagando hasta quedar abajo en el marcador, condenado a remarla siempre de atrás. Más pulmones y orgullo que cerebro y técnica, los jugadores sudaron la amarilla hasta quedar secos. Se puso, se insistió en el final, pero no alcanzó. Lengua afuera y cero puntos.

Los errores, que en otros partidos se pueden remediar, en este se pagaron uno a uno. Y no hubo patriada ni pelota en el palo ni dios compasivo ni aborto de la suerte que favoreciera a la plantilla rocketera. El TTR empieza a mirar la calculadora con cierto cariño y la lista del Fair Play con verdadero afecto. Parece que estamos bien posicionados en la tabla del Fair Play (otra vez), vamo arriba.

Hay una cosa que se llama fútbol, que se juega con la pelota, que todavía no le sale del todo bien a este equipo; más allá de breves iluminaciones. Ayuda, en estos casos, la práctica, concepto en general desconocido por el plantel. Pero bueno, la llama no se apaga, se vienen más asados, vuelve el viejo y cansado Kayak, y hasta se habla de practicar y partidos amistosos (¿será?). A remar, TTR, otra vez.

Me olvidaba del resultado. Niupi 4 - TTR 2. Inapelable.

lunes, 11 de octubre de 2010

TIKI TIKI 1 - EL FARO 4

Diez tips para el alto rendimiento físico

Consejos para realizar actividad deportiva y sentirse bien.








1. Buen despertar

Se recomienda hacer gimnasia antes del desayuno. ¿Las razones? Cuando uno no expele hidratos sus corporales, la mayoría de las calorías que se queman provienen de la grasa almacenada. Lo ideal, para un trabajo moderado, es quemar unas 500 calorías.

2. Cafeína
Antes de comenzar con un ejercicio conviene tomar media Coca Light o un café liviano. La cafeína puede reducir la percepción de dificultad de los ejercicios. Y, cuanto más fáciles parezcan, más ganas habrá de entrenarse.

3. Indoors
Para simular el jogging al aire libre, hay que programar la cinta con una inclinación de por lo menos 1°. ¿Por qué? Correr cinta sin ninguna inclinación es más fácil que correr al aire libre sobre terreno plano, porque no hay resistencia del viento y hay menos fricción.

4. Precalentamiento
Si llevás a cabo un solo estiramiento antes de los ejercicios, lo ideal es que sea rápido y completo. Treinta segundos bastan para calentar seis grupos de músculos por lado: pantorrillas, tendones, caderas, glúteos, espalda inferior y hombros.

5. Hiperkinesis
Los trastornos por déficit de atención e hiperactividad tienen sus ventajas. Un estudio de la Mayo Clinic descubrió que la gente que no descansa en todo el día –por ejemplo, la que camina cuando habla por teléfono- quema por día 350 calorías que la gente que se queda sentada.

6. Prevención
La debilidad del tibial anterior, ese músculo delgado que va por el frente de la canilla, es la principal sospechosa de esa aflicción tan común en la gente que corre: el dolor de tibia. Si uno tiene una tendencia a sufrir este dolor y su gimnasio no tiene una máquina de flexión dorsal de tibia, hay una variante ad hoc: colocar un disco de pesa de 5 o 10 kilos en el piso, contra la pared; colocar los dedos de un pie bajo el borde exterior, en el punto más lejano a la pared, y levantar el plato manteniendo el talón pegado al piso.

7. La Grulla
Para trabajar la coordinación, el equilibrio y la fuerza de piernas mientras se pule la parte superior del cuerpo, parate sobre un solo pie en un aparato de estiramiento de bíceps.

8. Discóbolo 2.0
Los dolores en la parte baja de la espalda se deben muchas veces a la debilidad del erector spinae, el pequeño grupo de músculos que sostiene la espina dorsal y tiende a atrofiarse con la falta de movimiento. Una de las mejores actividades para fortalecer y estirar esos músculos es el movimiento de giro que se produce un frisbee.

9 . Rutina postural
Corregir la inclinación de hombros y las malas posturas de escritorio no es tan complicado. En el Lat Pulldown –barra de jalado lateral- hay que bajar la barra lentamente con los omóplatos, sin doblar los codos. Ese pequeño movimiento endereza el trapecio inferior, lo que ayudará a combatir a los hiperactivos trapecios superiores, responsables de muchas de las malas posturas. Haga tres series de diez, dos veces por semana.

10. Tendones
Los inexpertos en el gimnasio suelen saltear los ejercicios de piernas, porque suponen que en la cinta moverán esos músculos. Gran error. Quienes hacen jogging desarrollan frecuentemente un gran desequilibrio entre tendones y cuádriceps, lo que puede acarrear problemas de rodillas. Tres series de quince estiramientos de tendones dos veces a la semana ayudarán a resolver el desequilibrio.

sábado, 18 de septiembre de 2010

SE VIENE... SE VIENE...




Los dirigentes del TTR trabajan en una serie de fichajes estrella para el clausura 2010. Barney ya hizo su presentación con la amarilla y se anuncian otras resonantes incorporaciones... Vayan pelando las chauchas.

lunes, 30 de agosto de 2010

A

Hondo suspiro de alivio y satisfacción se escuchó en las huestes rocketeras al comprobar que el equipo se mantiene, una vez más, en la primera división de la Liffa. Una vez más, sufriendo, hasta lo último. Pero con la vista en lo alto y el orgullo ileso.

“Muchachos lo de estos últimos partidos es digno de resaltar; la entrega y las ganas que se pusieron dentro del campo fueron excelentes como tiene que ser y fiel a el equipo del tiki tiki!”, arengó el DT a sus conducidos.

A pesar de todos los avatares, contratiempos, bajas, malos desempeños, resacas, faltazos, el equipo consiguió mantener la categoría, con su habitual costumbre de salvarse al final, luciendo sus mejores atributos cuando no queda resto para otra cosa.

El equipo no se levantó al final. El equipo nunca cayó. Lo que cayó fue la calidad del fútbol, pero eso no roza ni erosiona la mística del TTR, impermeable a los resultados. Porque la mística del TTR estriba en algo que ya nadie sabe, sospecha, ni adivina. Lo que es indiscutible es que no tiene que ver con copas ni medallas.

Aunque se podría intuir que la cohesión del grupo, un grupo al fin y al cabo de amigos, tiene su incidencia en todo esto. Los asados de los viernes, las merluzas generales, esas cosas. El Tiki Tiki Rocket tropieza pero no cae. Sepanló.

martes, 24 de agosto de 2010

KEEP WALKING

Ante la duda, pasale la pelota al de al lado. Una máxima del fútbol que a veces resulta de tan difícil ejecución. El domingo, sin embargo, los integrantes del TTR parecen haberla interpretado con inusitado buen criterio. El equipo consiguió algo que no se veía desde muchos partidos atrás. La pelota rodaba por el suelo y, por lo general, llegaba a destino. Si hasta daba gusto verlo. Porque claro, el fútbol así es más fácil. Se corre menos. Está en la lógica del juego.

Y bueno, hubo momento de buen manejo. El equipo se mostró mejor armado. Pasados algunos minutos del primer tiempo un pelotazo que Gaby mete en el área es interceptado por un adversario con la mano. Penal. Ejecución sencilla y efectiva de Óscar, abajo y contra el palo, que termina con la pelota en la red. 1 a 0. Mediaba la primera parte cuando un delantero de la Mutual tomó un pase bien metido a espaldas de la zaga. Dominó el balón y levantó un centro a media altura que fue bien interceptado por su compañero. 1 a 1.

Entre las filas del TTR se temía otra decepcionante evolución de resultados. Sin embargo, el equipo mantuvo la calma y movió la pelota con solvencia en el medio hasta que llegó el descanso. A la vuelta del entretiempo, con el regreso a la defensa del presidente vitalicio de la institución rocketera, hablamos de la Tota Borges, el equipo se mantuvo templado, firme en todas sus líneas. Más allá, claro está, de alguna zozobra aislada; no olvidemos que hablamos del TTR, equipo que nunca las tiene todas consigo.

Buena parte del segundo tiempo estuvo marcada por el dominio amarillo. Sebita se mostró muy inspirado en el manejo del balón, eludiendo rivales y patadas, que llovían muchas veces con alevosía. Algún enganche de más, incluso, provocó que marrara un gol, maniobrando a boca de jarro con el arquero rival. El TTR llegaba.

Dos goles más de Óscar, uno de cabeza y otro de penal, terminaron por ofrecer tranquilidad a un equipo que más bien desconoce la sensación. Justo 3 a1 que le agrega alguna chance al TTR para salvar el desempeño calamitoso del apertura 2010. ¿Qué se siente ganar? Preguntó el dt al final del partido. No te sabría decir, se respondió él mismo.

El TTR está acostumbrado a sobreponerse y hacerse grande en las peores circunstancias. Hay antecedentes. A seguir caminando.

lunes, 16 de agosto de 2010

ADVERSIDAD

Otra vez lo mismo. El TTR se hunde en su propio vómito. Las últimas actuaciones del elenco rocketero no admiten el más mínimo soplo de esperanza. Derrota tras derrota, el equipo ratifica su flaca vocación deportiva, su pobre capacidad de armar juego.

Del último partido, al que podríamos calificar aberrante siniestro de la naturaleza, conviene ni hablar. Baste mencionar que ocho ojerosos hidalgos dieron la cara por la inmensa mayoría de... cómo llamarles, ocasionales aspirantes a futbolistas amateur.

Lo insólito de todo esto es comprobar la inquebrantable voluntad de cohesión grupal, las infladas arengas sobre el ya manido conjunto “humano”, tan atendible y cierto, como poco útil si no se respalda con la aparición, partido a partido, en la cancha. Porque como sabemos, el eslogan de este ¿equipo?, es “los asados se ganan los domingos de tarde”. “¿O era que los partidos se ganan los viernes de noche?” No recuerdo. Algo así era.

Dicho esto, pasemos ahora a hablar del huevo. El huevo. Ah, el huevo. Esta cosa que se repite una y otra vez en los correos electrónicos colectivos del grupo. Esta cosa que es acaso el único valor real que podríamos rescatar del TTR. Porque el huevo, esa invocación a la suprema naturaleza de la dignidad deportiva, como si fuera un Dios testicular y sudoroso, insufla rebeldía y energías a estos reventados que visten la amarilla domingo a domingo.

Ah, el huevo. Estos muchachos tienen huevo. El mismo huevo que tienen para el escabio, esa decisión para llenarse el buche con las más etílicas bebidas, esa falta de temor a reventarse el hígado, la tienen en la cancha. Sí señor, aun en las más olvidables de las derrotas (la última dolió) los que se ponen la ajustada casaca del TTR dejan hasta lo que no tienen entre las líneas de cal.

Porque el TTR tiene mucho huevo y poco fútbol... O muy poco. O nada de fútbol. Celebremos, sin embargo, que hay equipo, grupo, gente que se junta, se alienta, se emborracha, se consuela, pierde, se arenga, se emborracha, se junta y, a veces, muy de cuando en cuando, practica. Y después vuelve a perder los partidos pero nunca el sentido de identidad y pertenencia al glorioso Tiki Tiki Rocket.

Como dijo el genial Beckett: "Da igual. Prueba otra vez. Fracasa otra vez. Fracasa mejor". Arriba el TTR.

(en la foto: nuestro banco de suplentes)

lunes, 26 de abril de 2010

EMPATE EN EL BARRO


LIFFA - Fecha Nº1: Tiki Tiki Rocket F.C (0) Vs Finistèrre FC (0).

Domingo 25 de abril de 2010 – Cancha de Deportivo Gardel.


El TTR no solo enfrentó a Finistèrre F.C. sino que lo hizo contra tres personajes que detallaré sucintamente: la cancha, el fantasma del descenso y el juez.

Catalogar el campo delimitado a la cal como cancha ya es una excesiva atribución de lugar pero es lo que hay, un dato que hay que considerar como realidad. La lluvia operando en un terreno con poco manto de césped y cero infraestructura de drenaje se convierte en lo que comúnmente se denomina: jabón. Dicho estado del campo de juego le dio imprecisión al partido. Para bien, para mal o para cualquiera de sus matices.

El fantasma del descenso de la temporada pasada fue ahuyentado no solo por el resultado que otorga cierta tranquilidad para el inicio del campeonato, sino porque el TTR con rebeldía, nunca perdió de vista el arco de enfrente y la marca fue dura en toda la cancha; en actitud se estuvo a la altura de las circunstancias.

El Juez no jugó en contra pero tampoco hizo mucho para no aparentarlo. Se comió tres planchas claras y un alevoso desplazamiento con el brazo en un ataque por la banda izquierda minutos antes de que terminara el partido. No fue un desplazamiento con el codo sino que el jugador de Finistèrre F.C. no ocultó su ofuscación y estiró el brazo totalmente como muestra de una teatral alevosía. A su vez la autoridad se guardó un par de tarjetas en el bolsillo y no adicionó lo necesario estando el TTR con viento en la camiseta tras una seguidilla de ataques que el árbitro optó por cortar con el pito.

Dentro de las incidencias destacables se encuentra el primer remate del TTR a los 3 minutos de comenzado el partido. Atacando por el sector derecho “Premium 97 y naftalina” Borges la calzó muy bien haciendo que la pelota estuviera a punto de meterse contra el travesaño. Sin embargo, en una atajada “de otro partido” el golero la mando al corner.

El TTR no la tuvo fácil tampoco. A mediados del primer tiempo se sucedieron tres centros bajos al área chica del Tiki Tiki en donde un jugador de Finistèrre caracterizado por la acumulación de tejidos adiposos no pudo encontrar la pelota entre sus piernas. Más específicamente en la primera la buscó, en la segunda ni la vio y en la tercera le rebotó. Fueron las más claras de Finistèrre F.C.

En el segundo tiempo el TTR generó más situaciones que su rival. Un tiro libre que pasó a centímetros del palo izquierdo y unas cuantas buenas habilitaciones que nunca se pudieron concretar en tiros al arco. La cancha no permitía enganches, sin embargo en ellos se fue la posibilidad de convertir. Había que prenderle directo, estaba para eso.

Se destaca tanto la constante arenga como la actuación de Diego Castillo (arquero del TTR) que cuando tuvo que participar lo hizo correctamente y unos cuantos cortes seguros de “Fundación Manantiales” Chiesa.

En general fue una lucha de barro en donde faltaban las minas y el calor, pero si hubo huevo fue del Tiki Tiki. Aspecto este para nada menor en un inicio de campeonato.

El Quitetto