lunes, 30 de agosto de 2010

A

Hondo suspiro de alivio y satisfacción se escuchó en las huestes rocketeras al comprobar que el equipo se mantiene, una vez más, en la primera división de la Liffa. Una vez más, sufriendo, hasta lo último. Pero con la vista en lo alto y el orgullo ileso.

“Muchachos lo de estos últimos partidos es digno de resaltar; la entrega y las ganas que se pusieron dentro del campo fueron excelentes como tiene que ser y fiel a el equipo del tiki tiki!”, arengó el DT a sus conducidos.

A pesar de todos los avatares, contratiempos, bajas, malos desempeños, resacas, faltazos, el equipo consiguió mantener la categoría, con su habitual costumbre de salvarse al final, luciendo sus mejores atributos cuando no queda resto para otra cosa.

El equipo no se levantó al final. El equipo nunca cayó. Lo que cayó fue la calidad del fútbol, pero eso no roza ni erosiona la mística del TTR, impermeable a los resultados. Porque la mística del TTR estriba en algo que ya nadie sabe, sospecha, ni adivina. Lo que es indiscutible es que no tiene que ver con copas ni medallas.

Aunque se podría intuir que la cohesión del grupo, un grupo al fin y al cabo de amigos, tiene su incidencia en todo esto. Los asados de los viernes, las merluzas generales, esas cosas. El Tiki Tiki Rocket tropieza pero no cae. Sepanló.

1 comentario:

ROCKETERO 16 dijo...

..vamos rocketeros....arriba con el clAUSURAAAAA